domingo, 25 de agosto de 2013

Bajo la misma estrella

Título: Bajo la misma estrella.

Autor: John Green

Precio: 15,95€

Sinopsis:  A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel - conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme puzle del que forman parte... 
Rebosante de agudeza y esperanza, Bajo la misma estrella es la novela que ha catapultado a John Green al éxito. Una historia que explora cuán exquisita, inesperada y trágica puede ser la aventura de saberse vivo y de querer a alguien.


              Sin dolor, ¿cómo conoceríamos el placer?

Opinión

No tengo ni la menor idea de cómo expresar lo que me parece este libro. La portada habla por sí sola. Nos encontramos con un libro que narra la historia de una chica, Hazel, y un chico, Gus. Resulta que Hazel tiene cáncer en los pulmones, es decir, sus pulmones no saben ser pulmones, y la pobre tiene que estar enchufada casi para el resto de su vida a una estupendísima bombona de oxígeno. Augustus Waters, por otro lado, es un bomboncito de lo más peculiar y optimista, amante de las metáforas. 

"—Los cigarrillos no te matan si no los enciendes —me dijo mientras mi madre se acercaba al bordillo—. Y nunca he encendido ninguno. Mira, es una metáfora: te colocas el arma asesina entre los dientes, pero no le concedes el poder de matarte." 

Un chico que lo tiene todo, salvo una pierna. Tiene dos, pero una de ellas es ortopédica a causa de un cáncer. Hazel y Gus coinciden en el corazón de Jesús, literalmente, un sitio donde se reúnen chavales con cáncer y hablan de ello. En aquel entonces Gus estaba SEC, es decir, sin indicios del cáncer. Por un lado, tenemos a Isaac, un muchacho con cáncer en los ojos y mejor amigo de Gus.

 "—Augustus, quizá te gustaría compartir tus miedos con el grupo. 
—¿Mis miedos? 
—Sí. 
—Me da miedo el olvido. —Habló sin pensárselo un segundo—. Lo temo como el ciego al que le da miedo la oscuridad. 
—No te adelantes —intervino Isaac esbozando una media sonrisa. 
—¿He sido poco delicado? —preguntó Augustus—. Puedo ser bastante ciego con los sentimientos de los demás. 

Isaac se reía, pero Patrick levantó un dedo amonestador."

He de decir que me encanta el personaje de Isaac. Poco a poco, Hazel se va arrimando más a él gracias a Gus, y forman un trío bastante peculiar. 

"—Hola, Hazel, ¿qué tal? —me preguntó. 
—Bien. Desde que te quedaste ciego, estoy cada día más buena. "

"—Exacto. Lo principal es que está bueno —dije. 
—Estoy tan bueno que puedo resultar cegador —añadió Gus. 
—De hecho dejó ciego a nuestro amigo Isaac —dije yo. 
—Una terrible tragedia, pero ¿puedo evitar mi mortífera belleza? 
—No. 
—Cargo con esta cara bonita. 
—Por no hablar de tu cuerpo. 
—En serio, no me obliguéis a hablar de mi cuerpazo. Dave, mejor que no me veas desnudo. Verme desnudo quitó la respiración a Hazel —dijo señalando con la cabeza la bombona de oxígeno."

Bajo la misma estrella es un libro donde, sí, se habla de cáncer la mayor parte del tiempo y está ahí siempre presente. Pero no, no va del cáncer. Esto no quiere decir que ya sea un libro triste, dramático donde surgen los lagrimones y te deprimes. Es un libro divertido. Ácido. Lleno de valores. Optimista. Lleno de fuerza y con ganas de vivir. Y muy lejos de ser trágico y triste. La historia que se cuenta es real. Los personajes son maravillosos y súper reales con quienes te puedes identificar y no porque tengan cáncer. No es un libro sobre el cáncer. 

"Pero no es un libro sobre el cáncer, porque los libros sobre el cáncer son una mierda." 

Es un libro de dos jóvenes con cáncer, que día a día se van uniendo más y más y se enamoran. Y es un amor tan verdadero como cualquier otro de personas sin cáncer. 
Sinceramente, me leí Bajo la misma estrella hace casi un año, y hace poco me lo volví a leer, pero esta vez lo hice con una libreta en la mano para apuntarme todo aquello que me ha fascinado del libro, y he de decir que la mayoría son diálogos, por lo que atiborraré esta entrada a diálogos, por el simple hecho de que NO SÉ qué decir de este libro. No sé qué palabras utilizar porque se me acaban los sinónimos de MARAVILLOSO, GENIAL, ESTUPENDO, PRECIOSO, EXCELENTE, FANTÁSTICO, EXTRAORDINARIO....etc. No es un libro cualquiera. No es otro libro que habla de chicos con cáncer, deprimidos y encerrados en sí mismos, porque es todo lo contrario. Sus personajes, tanto Hazel y Gus, son personas cercanas, adolescentes normales y corrientes salvo que por dentro son diferentes. Hazel ama leer, y la principal causa de que ella y Gus congenien y lleguen a conocerse, es su libro favorito Un dolo imperial. Aquel libro hará que los dos jóvenes viajen a Amsterdam para conocer al autor, Peter Van Houten, un escritor ermitaño y cascarrabias a la par de borracho, para que responda a las dudas existenciales de Hazel sobre el final del libro, un final bastante abierto por lo que se ve. 

"Algunas veces lees un libro, sientes un extraño afán evangelizador y estás convencido de que este desastrado mundo no se recuperará hasta que todos los seres humanos lo lean. Y luego están los libros como Un dolor imperial, de los que no puedes hablar con nadie, libros tan especiales, escasos y tuyos que revelar el cariño que les tienes parece una traición."

Lo que más me ha gustado del libro (aparte de los personajes) es el amor que se profesan los protagonistas. Es un amor tan dulce, real y bonito como cualquier otro amor envidiable de las novelas románticas de hoy en día. 

"Me dio la risa tonta y repetí «Bien». La línea se quedó en silencio, pero no se cortó. Casi sentía que estaba en la habitación conmigo, pero mejor, porque ni yo estaba en mi habitación ni él en la suya, sino que estábamos juntos en algún lugar invisible e indeterminado al que solo podía llegarse por teléfono.
—Bien —dijo después de una eternidad—. Quizá «bien» será nuestro «siempre». 
—Bien —añadí."

"Mientras leía, sentí que me enamoraba de él como cuando sientes que estás quedándote dormida: primero lentamente, y de repente de golpe."

"—Estoy enamorado de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorado de ti y sé que el amor es solo un grito en el vacío, que es inevitable el olvido, que estamos todos condenados y que llegará el día en que todos nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, y estoy enamorado de ti."

Por ahora, todo parece muy bonito. Utópico. Pero no lo es. Repito: es un libro donde se habla del cáncer pero no de una manera pesimista y negativa, SIN EMBARGO, como cualquier otra historia, tiene flaquezas. Hazel es una adolescente igual que otra cualquiera con cáncer. Una chica fuerte que ha tenido que sufrir pinchazos, recaídas, miles de visitas a los médicos, y dolores que pocos pueden soportar, pero al igual que es fuerte y el autor nos muestra a una Hazel un poco indiferente hacia lo que se habita en sus pulmones, tiene una debilidad igual que todos nosotros, con o sin cáncer, y es que cuando nos sucede algo, cuando el egoísmo se aleja, nuestra primera preocupación es nuestra familia y nuestro primer acto es refugiarnos en nosotros mismos y alejamos a todos los que nos rodean. Hazel se denomina a sí misma como una "granada", y he de decir, que en esos momentos en los que vemos su parte más frágil, yo es donde la noto más fuerte. 

"—Llegará un día en que todos nosotros estaremos muertos —dije—. Todos nosotros. Llegará un día en que no quedará un ser humano que recuerde que alguna vez existió alguien o que alguna vez nuestra especie hizo algo. No quedará nadie que recuerde a Aristóteles o a Cleopatra, por no hablar de vosotros. Todo lo que hemos hecho, construido, escrito, pensado y descubierto será olvidado, y todo esto —continué, señalando a mi alrededor— habrá existido para nada. Quizá ese día llegue pronto o quizá tarde millones de años, pero, aunque sobrevivamos al desmoronamiento del sol, no sobreviviremos para siempre."

"—Soy una granada —repetí—. Lo único que quiero es mantenerme alejada de la gente, leer libros, pensar y estar con vosotros, porque a vosotros no puedo evitar haceros daño." 

Pero a pesar de todo, Hazel sigue siendo Hazel y gracias a Gus, su vida se llena de sentido y color y viceversa, como almas que se complementan. 

"Todos aquellos pensamientos eran momentos perdidos en una vida que, por definición, está formada por una cantidad finita de momentos. Incluso intenté decirme a mí misma que aquel sería el mejor día de mi vida." 

"Su primera razón para vivir y mi primera razón para vivir estaban íntimamente unidas."

Pero Hazel no es la única a la que le pasa esto. Gus, tan entusiasta y positivo siempre sacando gracias de sitios inesperados del humor, mostrándonos sus incansables y particulares ideales sobre el sin sentido de la vida, que a veces, cuando vas leyendo, esperas que salte con alguna cosilla suya y cuando ves al Gus profundo, es casi imposible enamorarte de él. 

"Había dedicado buena parte de mi vida a intentar no llorar delante de las personas que me querían, así que sabía lo que estaba haciendo Augustus. Aprietas los dientes. Miras al techo. Te dices a ti misma que si te ven llorando, sufrirán, y solo serás tristeza para ellos, y no debes convertirte en mera tristeza,así que no llorarás, y te dices todo esto a ti misma mirando al techo, y luego tragas saliva, aunque la garganta no la deja pasar, y miras a la persona que te quiere y sonríes."

"—¿Crees que hay vida después de la muerte? 
—Pienso que la vida eterna es una idea incorrecta —le respondí. 
¿Y tú? 
—Sí —me dijo muy seguro—. Sin la menor duda. No un cielo en el que cabalgas sobre unicornios, tocas el arpa y vives en una mansión de nubes. Pero sí. Creo en Algo, con A mayúscula. Siempre lo he creído. Creo en esa frase de Un dolor imperial que dice: «El amanecer brilla en sus ojos, que se pierden». Creo que el sol del amanecer es Dios, la luz brilla y sus ojos se pierden, pero no están perdidos. No creo que volvamos a sufrir o a disfrutar de la vida, ni nada de eso, pero sí que vamos a parar a algún sitio." 

"Creo que en este mundo tienes que elegir cómo cuentas las historias tristes, y nosotros elegimos la versión divertida."

Hay tantas cosas que me gustaría comentar pero es que sencillamente, no puedo, y sinceramente, no sabría cómo hacerlo. El amor entre Hazel y Gus, el amor de unos padres que luchan por la felicidad de su hija, la amistad entre Isaac y Gus, el personaje de Peter Van Houten...sería un sin parar.  

¿El amor entre Gus y Hazel? sencillamente, infinito. Pero como dicen ellos "Hay infinitos más grandes que otros infinitos" 

¿Los padres de Hazel? Admiro su determinación. Sobre todo el de su madre, siempre atenta, cariñosa, sabia y protectora, y su padre, sensible, con un miedo presente al perder a su hija. Eso me ha gustado. Pocas veces he leído libros donde se tache al padre de "llorón" y de "sensible" y a la madre como "fuerte" y "luchadora". No es que hable de machismo sino que simplemente, me ha gustado. Es un amor incondicional como el de cualquier otro padre y madre, no?

"—Vas a tener que elegir tus batallas en la vida, Hazel —me dijo mi madre—. Pero si este es el objetivo por el que quieres luchar, estaremos contigo."

"—Incluso cuando te mueras, seguiré siendo tu madre, Hazel. No voy a dejar de ser tu madre. ¿Has dejado tú de querer a Gus? 
Negué con la cabeza. 
—Entonces, ¿cómo podría yo dejar de quererte a ti?" 

¿La amistad entre Isaac y Gus? Como ya he dicho, me encanta el personaje de Isaac. Es un buen amigo, fiel y leal. 

"Pero tengo que decir algo: cuando los científicos del futuro se presenten en mi casa con ojos robot y me pidan que los pruebe, les contestaré que se vayan a tomar por culo, porque no quiero ver un mundo sin él."

Y por último, el escritor de Un dolor imperial Peter Van  Houten. Cuando Hazel va a visitarle, para que le aclare su ansia por conocer el final, he de decir que me cayó como el culo. También tengo que decir, que para ser sincera, cuando leía los e-mails entre él y Gus, tenía que estar con un diccionario en la mano porque es un hombre que está roto por dentro. Un hombre que ya no tiene algo por lo qué vivir y se consuela bebiendo y escuchando rap holandés. Yo no creo que esté chiflado y loco, y al final del libro es cuando nos encontramos con un Peter Van Houten (igual de borracho) pero más abierto, que explica la razón de su actitud. No es un personaje al que deteste, ni mucho menos, en realidad me ha gustado, y a pesar de la cantidad de copas que lleve encima y de las monstruosidades que parece que suelta, es un hombre sabio, solo que descompuesto. 

"En esta historia todo el mundo carga con una hamartía sólida como una roca: ella, estar tan enferma; usted, estar tan bien. Si ella estuviera mejor, o usted más enfermo, las estrellas no se habrían cruzado de forma tan terrible, pero la naturaleza de las estrellas es cruzarse, y nunca Shakespeare se equivocó tanto como cuando hizo decir a Casio: «La culpa, querido Bruto, no la tienen nuestras estrellas / sino nosotros». Es muy fácil decirlo cuando eres un noble romano (o Shakespeare), pero nuestras estrellas tienen no poca culpa de lo que nos sucede."

Por último, creo que ha quedado bastante claro que amé este libro, amo este libro, y amaré este libro, y supongo que me pasará como a Hazel con Un dolor imperial, que me lo leeré millones de veces y nunca me cansaré de él. ¿Es uno de mis favoritos? No diría que no, pero tampoco diría que sí puesto que aún no he encontrado el libro perfecto con el que me identifique, pero sí anda cerca.  
Este es un libro especial, lleno de diálogos especiales, de momentos especiales, con personajes especiales, que aconsejaría leer con mucha atención para saborearlo bien. ¿Mi consejo? Empezarlo a leer sin tener una mentalidad negativa y aciago del libro porque sino, no podréis apreciarlo de verdad. Está más que recomendado, por supuesto :D

"—Estoy en una montaña rusa que no hace más que subir —me dijo. 
—Y para mí es un privilegio y una responsabilidad subir ese camino contigo —le contesté. 
—¿Sería totalmente absurdo intentarlo? 
—No vamos a intentarlo —le dije—. Vamos a conseguirlo."


"¿Qué más? Es preciosa. No te cansas de mirarla. No tienes que preocuparte de si es más inteligente que tú, porque sabes que lo es. Es divertida sin pretenderlo siquiera. La quiero. Tengo la inmensa suerte de quererla, Van Houten. No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero sí eliges quién te lo hace. Me gustan mis elecciones. Y espero que a ella le gusten las suyas." 
Me gustan, Augustus. 
Me gustan.





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