lunes, 5 de marzo de 2012

Agua turbia no hace espejo.

Mi espíritu sin calma era ya de tu espíritu un reflejo...reflejo basado en mi denigrante realidad. Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. Siempre fuiste mi ejemplo a seguir, todo cuanto quería ser. Y ahora que estás roto, quién pues, puede estar conmigo cuando le necesite? Ventajoso espejo, quién me mostraba siempre cuando lo necesitaba la solución a mis problemas, quién podía mostrarme el camino a la razón de ser, ahora tú, me miras a través del espejo? Estarás viendo en lo que se ha convertido tu hija, tu discípula, tu benjamina? Tu fiel amiga, quién se planta ante tí, con regueros azabaches en los ojos, pidiéndote auxilio y ahora que estás resquebrajado, tengo miedo de mostrarte mi más distorsionado yo. No me observes. No coloques tu palma sobre la mía a través del fino cristal y musites:"estarás bien" porque en la desesperanza y en la melancolía de tu recuerdo, mi corazón se abreva.

Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse.

"Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos" Ay, querido Buda, si muchos te oyeran, ¿qué dirían?