sábado, 29 de octubre de 2011

Todo en la vida es un juego.


Piensas en como será. Le das vueltas una y otra vez, alterando el escenario un poco en cada ocasión, pero en el fondo no crees que te vaya a pasar nunca, porque siempre es a otro a quien le sucede, no a ti.



 Creer en ello puede ser bueno y no tan bueno. Puede servir de consuelo cuando nos cuesta asimilar o dar expicaciones a un suceso. Pero también puede desposeernos por completo de toda voluntad, pues nos exime de responsabilidad. Si todo sale a pedir de boca, entonces el empeño para conseguirlo habrá sido inútil porque lo que fuera tenía que pasar de todas formas, con o sin nuestra intervención. ¿ Cómo saber si no es más que una fantasía o un sueño absurdo, un delirio producto de tu mente? No hay ensayos generales en la vida y aún menos en el amor. Ofrece el consuelo de que existe un orden en el universo y ahorra mucho tiempo y esfuerzo explicando lo inexplicable, sobre todo de uno mismo. Sin duda es mucho más fácil y lo que era más importante todavía, me resulta más ventajoso. Creo porque tengo que hacerlo. Pero el tiempo dirá. El pasado carece ya de importancia - una puerta cerrada-, salvo por el hecho de que ha sido éste el que me a conducido al presente. El presente es terriblemente incierto, un lugar de temores y dudas, inquietante. Pero el futuro está ahí para despejar aquellos temores y hacer soportables el pasado y el presente. ¿Estará el futuro dentro de mi alcance? Quien sabe... No se muy bien quién soy en realidad, ni antes y mucho menos ahora. Pero sé perfectamente quien quiero ser y quien no. El caso es que, en el instituto, a nadie le interesa saber quién eres, sino más bien quién no eres. Es mucho más fácil clasificarte y encasillarte de ese modo. Y yo estoy dispuesta a ver el mundo a través de otros ojos. Según dicen, el hogar está donde está el corazón. Un lugar para ser uno mismo, desmelenarse y bajar la guardia. Apegarse a algo o a alguien es sinónimo de aferrarse a la creencia de que algo o alguien en concreto colmará nuestra existencia. El apego nos mantiene vivos. Nos induce a luchar para conservar lo que ya tenemos o para conseguir lo que deseamos. Pero en ocasiones puede dejarnos un punto muerto, dando vueltas y sin llevarnos a ninguna parte. Y yo estoy atascada. Y si lo dejo ir? Renunciar? Renunciar puede ser, para cualquiera , en cualquier momento, lo más dificil. Para algunos, además de algo deprimente constituye una aceptación de la derrota, del fracaso. Renunciar significa que ha llegado el momento de desistir de cuanto he deseado, de cuanto me he culpado y de cuanto he soñado. Todos mis esfuerzos han sido inútiles. La vida es un juego de dados y me temo que yo he sacado un 7. Creo que he llegado a comprender que El fin no siempre justifica los medios. A todos no utilizan en un momento u otro de nuestra vida. Es más, a menudo lo aceptamos con gusto. Es un trato que se hace para conseguir lo que se quiere o lo que se necesita. En definitiva, una transacción justa y consensuada...la más de las veces. Pero sentirse utilizado es otra cosa. En ese caso, no eres más que un instrumento de la ambición del otro. Espectador entre el público y testigo mudo de su fantasía. Pero a veces, las aparencias pueden engañar. Y aún, las personas pueden ser mucho más de lo que son a simple vista, pero para descubrirlo debes estar dispuesto a escabar bajo la superficie. Pero no se puede tener todo. En fin, el amor es una emoción demasiado fuerte como para ocultarla durante mucho tiempo. Niégalo y sufre las consecuencias. Admítelo y sufre las consecuencias. Destaparlo puede ser bochornoso o bien puede ser liberador. Y que sea una u otra cosa, son otros quienes lo determinan. Pero no cambiamos, maduramos. No completamente, pero nos adaptamos más o menos a nuestra nueva forma o a nuestros nuevos sentimientos. Lo más dificil en este proceso es dejarse llevar y permitir que ocurra. Hay un momento y un lugar para cada cosa. Un momento en la vida para ser alguien, y luego una vez pasado, una oportunidad para madurar. Amar es amar. Lo que en realidad conlleva <<estar enamorado>> es obsesión, adicción, encaprichamiento, no amor en sí. <<Estar enamorado>> es una declaración de las necesidades y deseos propios y no un intento de satisfacer los del otro. El amor verdadero, sin embargo, es un puente entre dos personas. Y eso es lo que algunos ni siquiera saben, más no dejan de decir lo contrario. Pero yo no soy tonta. Y he aprendido en desconfiar a lo que todo eso conlleva. No soy frágil. No soy de cristal. Pero tampoco de piedra. Y si alguien piensa lo contrario, siento comunicarle, de que es un estúpido ignorante que se equivoca.
PD: La vida es un cuento narrado por un idiota lleno de sonido y furia que nada significa.- W.S

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